Una crítica constructiva al nostre “Carrilet” (article de 1961)

 

NUESTRO FERROCARRIL

     Carecemos de un medio mejor para efectuar los desplazamientos que el ferrocarril, por lo menos, de un medio más económico aunque, recientemente, se hayan elevado las tarifas en un cuarenta por ciento.

     Esta elevación de precios ha sido acogida con resignación por considerar quizás que con la misma mejoraría el servicio pero, desgraciadamente, no es así. Continúa igual, y ello quiere decir que persisten los graves inconvenientes que perjudican notablemente a los usuarios.

     En general, cuando llueve, no circulan los trenes, unas veces por falta de fluido eléctrico y otras por la acumulación de las aguas en los túneles de entrada a la estación de término. Por cada día que los trenes se ajustan al horario pasan dos en los que salen con retrasos. En las horas punta, los vagones en servicio son insuficientes, el personal tiene que ir colgado cómo puede y si añadimos a la falta de luz en los vagones y la descuidada limpieza, comprendemos el motivo de las quejas y reclamaciones de los pasajeros.

     Justo es que se pague lo necesario para obtener un buen servicio pero, también, en justa correspondencia, es preciso que este buen servicio sea prestado con continuidad y sean solventados muchos de los inconvenientes que hace años perduran.

ANTONIO RODRÍGUEZ RÓDENAS

NOTA EDITORIAL: Publicat a “Vida Samboyana” (número 71, octubre de 1961).