EL 25 DE GENER DE 1939 “En el rostro de las vecinos se pintaba y apreciaba la angustia y la esperanza de que aquella situación terminara lo más pronto posible. Hoy diríamos que estábamos presenciando una escena de auténtico "suspense". Vimos aparecer por lo que hoy es calle de Pablo Piñol, al primer grupo de soldados. No eran los soldados, ni tenían la presencia que esperaba ver. No llevaban ni fusiles, ni cañones, ni arma alguna. Llevaban unos largos palos, iban sucios y barbudos, pero cosa rara ... para mí, claro está. (...) Pero aquellos soldados cargados de polvo, batallas, kilómetros y otras muchas cosas más, sonreían. Fue la primera sonrisa que había visto en mucho tiempo. Cuando llegaron los soldados junto a mi familia, me escondí detrás de las faldas de mi abuela, en paz descanse. Uno de ellos le dijo: "Señora. Viva Franco". Mi abuela le miró y le replicó: "¿Qué dice usted?" "Señora ... Viva Franco". La duda sobre la identidad de aquellos soldados, hizo que mi abuela se lo pensara diez veces antes de contestar. Al fin, convencida, más por pura deducción que otra cosa, que aquellos soldados procedían del otro lado, le contestó: "Hijo... Viva Franco y ... viva tú y yo". Fue la primera vez que veía soldados de las fuerzas llamadas nacionales. Aquel día, vería varias cosas por primera vez en mi vida. Poco después de que desaparecieron los soldados armados con palos, los acontecimientos se sucedieron con rapidez vertiginosa. Recuerdo la llegada de unos camiones que llevaban una calavera pintada en el radiador. Su entrada fue muy espectacular, cantaban "El novio de la muerte" y repartían botellas de coñac y cajetillas de tabaco. Me dijeron que eran legionarios, los de la 13ª División. Los de "LA MANO NEGRA". Fueron los primeros legionarios que vi. Poco después y como contraste, vi a los moros. Debo de confesar que no me hicieron ninguna gracia. Me daban miedo.” ENRIC ARANDES BALAGUER
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“Els nacionals es passejaven pels carrers. Vaig anar corrents a casa de la iaia i li vaig comunicar la notícia. Em va dir que avisés la meva tieta. Ella estava netejant les gibrelles al safareig (no hi havia lavabos) i de l’ensurt, li van caure a terra i les va trencar.” PEPETA PONS I MESTRES
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“Vaig veure moros com saltaven als camps i s’afartaven de carxofes. Això no ens va agradar.” ESPERANÇA CODINAS I LLOPART
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“Era a la tarda. Ells baixaven pel carrer Raurich. Vam anar a tafanejar. Portaven uniforme, i armes. Hi anaven molts. Amb aquest grup van venir àrabs. Uns dies després ens van prendre uns conills que teníem. No sabem qui. Però no ens va passar res.” CLOTILDE FERRÉS I PETIT
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NOTA EDITORIAL: Textos presentats a l’exposició “San Baudilio, 1939-1950. El primer franquisme” i que tancava la trilogia “Testimoni d’un poble” dedicada al període 1931-1950. La trilogia d’exposicions fou produïda pel Museu de Sant Boi de Llobregat, tenint com a comissari a l’historiador Carles Serret i Bernús, i va poder veure’s entre els anys 2006 i 2007.
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